La UE insta a May a que aporte “una idea mejor” para evitar una frontera en Irlanda
Londres y Bruselas constatan su desacuerdo en un reunión previa al discurso de May
Londres
La reunión se ha producido al día siguiente de que May rechazara de plano el borrador de tratado de salida propuesto por Bruselas, que traslada a un texto jurídico el acuerdo alcanzado entre las dos partes en diciembre. Para evitar una frontera física en la isla de Irlanda, uno de los asuntos más espinosos del Brexit, el borrador propone un protocolo que dejaría a Irlanda del Norte dentro de la unión aduanera, con total alineación regulatoria con la UE, si no emerge otra fórmula factible. Poco después de publicarse el documento, Theresa May aseguró que la propuesta sobre Irlanda del Norte amenaza “la integridad constitucional” de Reino Unido y que “ningún primer ministro británico podría nunca estar de acuerdo” con la misma.
Presionada por el sector más eurófobo de su partido, Theresa May ha descartado que Reino Unido continúe en una unión aduanera con la UE, pues eso le impediría firmar acuerdos independientemente con terceros países. También ha descartado, contentando a sus socios de Gobierno, los unionistas norirlandeses del DUP, un tratamiento especial para Irlanda del Norte que mantenga la región en una unión aduanera para evitar una frontera física. “Seamos claros: no puede haber una frontera sin fricción fuera de la unión aduanera y el mercado único. La fricción es un daño colateral inevitable del Brexit. Por naturaleza”, explicó ayer Tusk en otro tuit, antes de llegar a Londres.
Marcha atrás en inmigración
Londres ha dado marcha atrás en una de sus reclamaciones más
polémicas acerca del periodo de transición que probablemente habrá tras
el Brexit. Había insistido en que los ciudadanos europeos que se
instalen en Reino Unido durante ese periodo, que empezaría el 29 de
marzo de 2019 y se prologaría durante alrededor de dos años, no tendrían
derecho a residir indefinidamente en el país, como aquellos que ya se
encuentran en Reino Unido antes de esa fecha. En una aparente concesión a
Europa previa al discurso, May ha renunciado a esa demanda.
Antes del almuerzo con Tusk, la primera ministra ha presidido una reunión de su Gabinete. Algunos de los miembros del Gobierno han asegurado que el discurso que tiene previsto pronunciar este viernes May ofrecerá a la UE la claridad que viene reclamando sobre el tipo de relación comercial que Reino Unido quiere mantener con el bloque, una vez consumado el Brexit